Éramos como astronautas
flotando en un universo sin estrellas.
Pero cuando me miraste a los ojos
empezaron a surgir astros de la nada
hasta que quedamos rodeados
por constelaciones.
Y aún teniendo el universo a nuestros pies,
nada era más increíble que tú
y tu mala costumbre de hacerme soñar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario