Atrapados en un mundo incierto
en el que los monstruos
son humanos.
Nos encontramos solos
contra el mundo
y sin nada que perder.
Solos. luchando con nuestro propio ser.
Demonios interiores
que susurrándonos al oído
nos hacen desvanecer
como cenizas que no volverán
a
renacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario